Esta entrada va dedicada a Rommi* que me dio un premio hace unos dias, mientras le hago un premio, este es el regalo de agradecimiento, espero que te guste, con mucho cariño te lo doy y sigue escribiendo ese INCREIBLE blog que tienes enserio!!!
Sin pensar en las consecuencias, solte el aire que tenia en los pulmones. Trate de recordar como salir a la superficie pero por mas que movia las manos, no podia salir al cielo que veia encima de mi cabeza, algo me detenia, y el aire se me estaba acabando.
Estaba desesperada, y de repente senti un jalon, y vi la cara preocupada de Christopher.
-Dios mio, ¿Estas bien?- me pregunto.
-¡Quitamelo!- le dije desesperada.
-¿Que?- me pregunto mientras me sacudia para tratar de mantenerme en la superficie.
-El vestido, esta atorado en algo- le dije mientras trataba de ayudarlo pedaleando.
-Ah.. si, a ver, volteate.- me dijo obviamente incomodo. Me voltie y senti como rasgaba con cuidado mi vestido.
-Creo que se atoro con el ancla, Beth.- me dijo obviamente tratando de distraerme, pero le segui la corriente, pues ya que el susto habia pasado, esta era una situacion demasiado incomoda.
-¿Un ancla?- le pregunte.
-De un barco ingles, la compro mi amigo y la mando poner en la pared de la alberca. Si supieras nadar, podrias meterte bajo el agua y verla- me dijo obviamente enojado.
-¿Porque estas enojado?- le pregunte.
-Como que porque, por varias cosas Annabeth, ¿Porque no me dijiste que no sabias nadar?-me dijo molesto mientras seguia tratando de desanclar el vestido.
-No pense que me meterias a la alberca. Y ademas, si se nadar... en albercas poco profundas- le dije.
-Touche. Ya esta listo, espera aqui mientras voy por una toalla.- me dijo mientras salia de la alberca, y se dirigia a las puertas corredizas de la casa.
Mientras yo me acercaba a la orilla de la alberca, para sostenerme. Ahora que estaba sola y el susto habia pasado podia pensar en lo espantosamente ridicula y vergonzosa situacion en la que me habia metido.
No podia creer esto. No habiamos tenido nuestra primera cita y ya habia me habia quitado el vestido. Dios si comienzo a divagar, cuando el regrese no tardare en empezar a tartamudear.
Lo primero que tenia que hacer era ir a buscar a Marla a que me buscara algo que ponerme, o mejor aun, tenia que irme lo mas rapido posible, no podia estar aqui.
La puerta trasera se abrio y de la casa salio Christopher con una toalla azul y una muchacha mas joven que yo, que parecia que le estaba dando un ataque, pero realmente se estaba riendo a carcajadas.
Christopher parecia obviamente incomodo.
-Hola tu debes ser Annabeth.- y al parecer mi nombre le trajo otro ataque de risa.
-Podrias calmarte Grace, eres imposible.- le dijo Christopher mientras se agachaba a la alberca y me pasaba la toalla.
-Gracias.- le dije, gracias a dios todavia me quedaba el forro del vestido. Tome la toalla y me acerque cuidadosamente a las escaleras para salir.
Cuando pude salir por fin, Grace seguia muerta de la risa.
-Annabeth, esta es mi hermana Grace, tiene la mentalidad de una niña de dos años.- me dijo mientras volteaba a ver a su hermana con el ceño fruncido.
-¡Hey! No hay porque ser groceros, es solo que esta es la situacion mas graciosa que he visto, sin ofender Annabeth.- me dijo completamente roja pero mas calmada.
-No importa. Yo no sabia que Christopher tuviera una hermana.- le dije tratando de ser educada.
-¿Cual Christopher?- me pregunto seria.
-Tu hermano.- Le dije señalandolo.
-¿Mi her....? ahhh si, mi hermano.- me dijo obviamente confundida despues de voltear a ver a Christopher.
Esto era sin duda la situacion mas embarazosa en la que me habia metido en muchos años y sin embargo hay personas en nuestra vida que por mas apenados que estemos nos hacen sentir en casa, asi fue exactamente como NO me senti ese dia cuando conoci a Grace, pero lo que no sabia en ese entonces era en todo en lo que ella me ayudaria en los siguientes años.