“To love is to risk not being loved in return. To hope is to risk pain. To try is to risk failure, but risk must be taken because the greatest hazard in life is to risk nothing.”

El niño que huyó en el Subterraneo

UNA SEMANA DESPUÉS

Abrí mis ojos por un segundo antes de decidir que no quería hacerlo. No quería levantarme ni despertarme, no quería hacer nada que involucrara usar mi cerebro.
Había pasado una mala noche y lo podía sentir por todo el cuerpo. Me dolía la espalda y el cuello.

-¡ TÓRTOLOS! Ya es hora, si no salen de esa habitación en media hora, me iré y no alcanzaran el metro.- nos grito Marla desde afuera de el cuarto.
Me levante sobresaltada y me desorienté un poco; no estaba en mi cama, estaba en el sofá que tenía en el cuarto. Patrick (habíamos decidido que lo llamaría por su verdadero nombre de ahora en adelante pero eso no quería decir que no le dijera Chris de vez en cuando), estaba sentado en el sofá conmigo, con la cabeza apoyada en la pared y con mis piernas apoyadas en las suyas.
Me sonrió pero era obvio que le dolía la cabeza pues se pellizcaba el puente de la nariz con los ojos cerrados.
Aun cuando lo sabia, le pregunté: -¿Te duele la cabeza?-
El asintió con los ojos cerrados haciendo pucheros. Yo estuve a punto de decir: Awww que lindo, pero me contuve.
-En vez de quedarnos hablando hasta tarde en el sofá, lo deberíamos hacer en la cama, así cuando nos quedemos dormidos como siempre hacemos no nos despertaremos enojados.- me dijo aun con los ojos cerrados.
-¿Estas enojado?- le pregunté.
El abrió los ojos y se me acercó.
-Ahora ya no.- me respondió besándome.
-¡SI NO SALEN EN 20 MINUTOS LOS DEJARÉ!- nos volvió a gritar Marla.
-¿Que le pasa ahora?- me preguntó levantando una ceja 
-Nada nada. Es solo que esta nerviosa porque hoy deciden quién se queda con el escritorio de Penelope y ella tiene los ojos puestos en el desde que renunció.-le respondí.
-¿Y tu no lo quieres?- me preguntó sonriendome.
-Nah! El mio esta mas cerca de la cafetera.- le respondi.
-¿No es cierto que los cafes de oficina saben terrible?- me preguntó volviendo a levantar una ceja.
-Nah que va, solo saben a tierra y fango, pero si les pones canela te saben solo a tierra.- le respondi sonriendo.
-¿Andas sarcastica?-me preguntó.
-No que va.-le respondi sarcasticamente. El intento no sonreir y yo me reí.
Me levante rapidamente y me dirigí a mi cajonera para sacar la ropa que iba a usar ese dia.
-¿Porque te molestas en ir a trabajar?- me pregunto mientras me seguia con la mirada.
-No todos tenemos padres que son Condes.- le respondi sonriendo.
-Uy si! Tu viviste en la pobreza extrema toda tu vida y yo soy rey de España.- me respondio riendose.
-El proposito de trabajar es que no dependo de nadie, ¿sabes?-le respondi mientras revisaba unos cajones.
-Bueno, bueno, ya arreglate que vas a llegar tarde a tu trabajo en el que no dependes de nadie mas que de tu sueldo.- me respondio besandome la frente.

Entré al baño sonriendo como una tonta con las manos llenas de ropa. Mientras me bañaba pense en el monton de cosas de las que habiamos hablado la noche anterior mientras el jugueteaba con el cierre de mis botas. Habiamos hablado de los viajes que habiamos tenido en nuestra vida, nuestra comida favorita, nuestra pelicula favorita, nuestra banda favorita, etc.
-¿Cual es tu banda favorita?-le habia preguntado, despues de admitirle que la mia era Snow Patrol.
-La de mi hermano- me respondio incomodo.
-¿Los Smashing...-le dije medio preguntando pues no recordaba el resto del nombre.
-Hosers, los Smashing Hosers.- me dijo terminando mi oracion.
-¿Sigue tocando?- le habia preguntado.
-No, la banda la dejaron hace mucho, como en el 2004, pero eran muy buenos.-me respondio incomodo.
-No creo conocerlos.- le dije para no caer en un silencio incomodo.
-Te los muestro, traigo mi Ipod.- me respondio. Saco su Ipod del pantalon y lo conecto a las bocinas de a lado de mi cama. 
Una melodia triste en el piano comenzo
Ive had enough
its just too much 
theres nothing here 
that bounds me near you

Una bateria comenzaba y una guitarra y un violin.
This is my life
Ive gave enough to you
I swear God
Ask one more time
and I´ll leave it all to you.

Patrick habia pausado la musica en ese momento.
-Y bueno, ¿Que te parece?- me pregunto, y pude ver que era importante mi respuesta.No sabia si debia decir que me habia gustado o que la banda era realmente mala. Asi que decidi decir la verdad:
-Me ha encantado, tu hermano canta muy bien.- le respondi y cuando vi que me sonreía con facilidad, pude ver que habia respondido correctamente.
-Nada que ver con la musica que usualmente escuchas, ¿No?- me habia preguntando riendose.
-No, mis bandas no saben tocar tantos instrumentos- me rei y le entregue mi Ipod para que escuchara Snow Patrol, pero pense: No odia tanto a su hermano como quiere aparentar.

Termine de bañarme y por una de las puertas que salian del baño entre a mi ropero, un pequeño cuarto donde guardaba un monton de ropa que nunca usaba. Tome ropa de los cajones mas cercanos sin preocuparme de si combinaban (la belleza de la moda en el 2008) y me vesti.
Un short blanco y una blusa gris. Me puse unas sandalias blancas; iba a aprovechar que Marzo era una epoca no tan fria en Nueva York a lo maximo.

Salimos todos muy apresurados del apartamento y corrimos a la esquina de Hudson y Purr, donde se encontraba una estacion de tren.
-Chicos, juro que los matare.Tenemos dos minutos para pasar la tarjeta y entrar al tren que nos lleva directo.- nos grito Marla para que la pudieramos escuchar sobre el barullo que hacian los trenes que apenas llegaban, y sobre las miles de voces que se entrecruzaban unas sobre otras en estos tuneles.
Patrick y to haciamos lo posible por no reirnos y por no soltarnos las manos mientras corriamos, pero era muy dificil y era comun que golpearamos sin querer, a la gente de nuestro alrededor.

Llegamos al tren justo cuando las puertas electronicas comenzaban a cerrarse, pero Patrick nos empujo rapidamente a las dos y entro en el ultimo momento, pero no tan rapido como para evitar quedarse un momento atorado entre las dos puertas.
Marla y yo lo jalamos adentro rápidamente justo a tiempo.
-Auch.- se quejó Patrick mientras se frotaba los antebrazos pues aun le dolían por el choque con las puertas.
-¿Este es el tren directo?- le pregunte a Marla mientras trataba de recuperar el aliento.
-Si, gracias a dios, pero es la ultima vez que los espero lovebirds.- nos dijo fingiendo enojo.
-Gracias Marla, eres la mejor.- le dijo Patrick con una sonrisa genuina.

Llegamos a nuestra estación en menos de diez minutos y nos bajamos todos sonriendo, preparados para correr de nuevo cuando escuche a alguien detrás de mi:

-Adrien no te puedo bajar en el subterráneo  vamos muy atrasados y tu madre se va a molestar.- dijo un hombre en francés. Lo entendí perfectamente, pero lo que me sorprendió mas fue que reconocí la voz.
Me volteé lentamente, sin preocuparme de que iba a llegar tarde al trabajo.
Patrick y Marla no notaron que me había detenido hasta que estaban a unos pasos mas adelante que yo.

Comencé a buscar a la persona que habia hablado y al fin lo encontré detrás de una pareja japonesa, el estaba intentando acomodarse una mochila que cargaba en su espalda mientras balanceaba con un niño pequeño que traia en brazos.
Y en ese momento me dejo de molestar que la gente me golpeara al pasar junto a mi, o que me pisara los dedos de los pies, no podia dejar de verlo.
Leonard estaba parado en frente de mi a menos de tres metros de mi.
Mientras el se agachaba para atarse las agujetas, el niño comenzó a correr hacia las escaleras que estaban detrás de mi, yo sin pensarlo lo levante mientras corría a un lado mio.
Vi la cara de Leonard de miedo mientras veía a su hijo correr hacia afuera de la estación  pero era obvio que aun no habia notado mi presencia.

-Anna, ¿Que haces?- me pregunto Patrick señalando al niño que estaba cargando.
Antes de que pudiera contestarle escuche a Leonard gritar:
-Adrien, ¿Donde estas?- grito en francés, buscándolo con la mirada, desesperado.
Yo le respondí automáticamente, sin pensar en las consecuencias:
-Aqui esta.- le respondí gritándole en francés sobre el barullo de la gente. Patrick me observo alarmado y confundido al ver que era obvio que no conocía al niño.
Leonard ubico mi voz y se me acerco, y entonces me vio.
-Suelta a mi hijo Annabeth.- me dijo furioso en ingles. Verme con su hijo no lo aliviaba para nada. La sorpresa de verme no se notaba en su rostro, lo único que veía era odio.
-Corrió hacia las escaleras, yo solo evite que eso pasara.- le respondí tímidamente en ingles.
El levanto los brazos para indicarme que se lo devolviera. Le pase al niño pero en cuanto nuestros brazos se rozaron el los quito rápidamente, asqueado.
-No me importa Annabeth, no importa lo que hagas seguimos en los mismos términos.- me respondió.
-Hey, ya basta. Ella solo evito que se escapara a la calle.- intervino Patrick al ver que Leonard era grosero conmigo.
El resopló sarcásticamente.
-Solo espera y ve, va a llegar un día en el que lo único que vas a querer hacer va a ser irte de donde ella esta, porque lo único que causa es sufrimiento a todos los que la rodean. ¿O me equivoco Annabeth?- me respondió levantando una ceja.
Al ver que no le respondería, sonrió, se dio media vuelta con su hijo en sus brazos y salio del subterráneo.
Me quede parada unos minutos sin poder hacer nada.
Acababa de ver a Leonard y aun no lo podía creer.
Sentí que me empujaban suavemente hacia las escaleras. Volteé a mi alrededor, atónita  y vi que Patrick me estaba ayudando a subir las escaleras, seguía aun demasiado aturdida para caminar, al parecer.
-Creo que será mejor que vaya a trabajar.- le dije mientras pensaba: "no huyas, no corras, no lo arruines"
-Tengo una mejor idea.- me respondió simplemente.

Y por primera vez, le seguí la corriente.
Pues el incidente con Leonard habría espantado a cualquier chico, pero como aprendería en los años posteriores, Patrick no era ningún chico ordinario.