“To love is to risk not being loved in return. To hope is to risk pain. To try is to risk failure, but risk must be taken because the greatest hazard in life is to risk nothing.”

Té & Leche

Me quede callada viendolo. Después de unos minutos que parecieron horas, August calmo su respiración y se dio media vuelta, dejandome sola en el umbral de la puerta.
Tome eso como una señal de invitación a su casa, y entre lentamente.
La casa por dentro era una maravilla, todas las paredes tenían diferentes tonos de azul, el color favorito de August, y en las paredes había pinturas en tonos beige y verde. En vez de patio la casa terminaba en la orilla de la playa, afuera había camastros de madera gastados por el ambiente húmedo y frío de South Hampton.
Seguí a August a través de una puerta de madera oscura con cristales verdes a la cocina.
El recorrió bruscamente un banco blanco de madera que estaba pegado a la mesa de mármol blanco en medio de la cocina. Tome esto como una invitación a que me sentara y así lo hice.
Se dirigió a la alacena y saco bolsas de te, una tetera, leche, limón, azúcar y finalmente dos tazas. Puso a calentar el agua en la estufa y se le quedo viendo a la tetera una buen rato, evitando mi mirada consternada.
Aproveche esta oportunidad para echarle un vistazo.
Vestía unos pantalones de pijama y una camiseta negra ajustada de algodón. Tenía el pelo chino alborotado, parecía que acababa de levantarse. Sus hombros estaban rígidos y su piel estaba bronceada. Era el mismo August que parecía modelo griego, pensé con felicidad al ver que no había cambiado nada.
La tetera comenzó a silbar y se relajo automáticamente; sirvió dos tazas de te , les agrego leche, limón y azúcar, y se sentó enfrente de mi suspirando mientras lo hacia.
Tome mi taza con la dos manos distraídamente y estaba a punto de tomar un pequeño sorbo cuando el se paro bruscamente y me la quito de las manos.
- ¿Estas loca?- me dijo en voz alta - Eres intolerante a la lactosa, por Dios Annabeth, ¿Tengo que acordarme siempre yo?
Solo por el simple hecho de que me llamara por mi nombre me hizo sonreír.
El gruño al ver mi sonrisa y me preparo otra taza, sin leche esta vez.
- No todos te van a recibir como yo Anna. Ni Leonard ni Anne Lise han olvidado, y cada vez que nos encontramos de casualidad, tu eres tema taboo.- me dijo con marcado acento griego.
- Lo se pero no estoy dando visitas a los fantasmas de mi pasado, necesitaba hablar con alguien que supiera todos mis secretos.- le dije mirando mi taza fijamente, esperando a la pregunta que haría.
- No conozco todos tus secretos, solo se que algo paso entre tu y Leonard, Anne Lise se enojo con todos y todos desde entonces no hablan de ti.- me dijo viendome seriamente con sus ojos azul mar.
- Todavia no estoy lista para hablar de ese día- le respondí nerviosa mirandome los pies. El se me quedo viendo un rato y al final dijo:
- Lo puedo imaginar. ¿Como y Porque estas aqui?- me pregunto después de unos minutos de silencio incomodo.
- Tu papa me mando una carta donde me decía donde estabas. Yo quería saber donde estabas tu, Anne Lise y Leonard, así que les pregunte a sus padres. Tu papá me respondió pero los padres de Anne Lise y de Leonard no me contestaron.- le respondí viendo al mar por la ventana, recordando los extraños meses después de el incidente.
- A mi papa siempre le caíste bien.- me respondió distraído.
Sonreí al escuchar esto, era cierto.
-Pero aun no me has contestado, ¿Porque?- me pregunto viendome directamente a los ojos.
Tratando de evitar sonar como un cliche comenze:
-Conoci a alguien y me recuerda mucho a ustedes, sobre todo a Leonard. Pero no quiero decirle nada de mis secretos porque si se los digo, me sentiria fatal.- le dije cohibida, al exponerme de ese manera.
-Empieza desde el principio.- me respondio con curiosidad, dandole un largo sorbo a su te.
Le conte todo, desde el dia en que lo conoci (lo que recordaba, al menos) hasta el dia de campo.
El asentia comprensivamente en los momentos adecuados, e incluso se rio a carcajadas al escuchar mi relato y descripcion de Grace.
Llegue a la parte donde le platique de como Marla me había descubierto por mis llamadas a Paris el 13 de Marzo.
August se puso completamente rígido, pero yo continúe.
Al terminar el se levanto y viendome con una mirada que no pude descifrar me puso los brazos en los hombros y lentamente me abrazo.
Sin querer, las lagrimas comenzaron a correr por no rostro, había extrañado a August mas de lo que había pensado.
El noto que lloraba y puso su barbilla en mi cabello, evitando mi mirada de nuevo.
-Lo siento, lo siento, lo siento..- me repitió en voz baja y melancólica por varios minutos hasta que los dos nos quedamos callados.
El cielo se había nublado mientras nos habíamos abrazado.
El me soltó lentamente, y note lo rígidamente que yo lo había estado abrazado.
Me miro a los ojos y giro hacia la cocina para lavar las tazas.
Esto me sorprendió, pues el August que yo conocía jamás lavaba mas que sus propias manos.
- Has cambiado.- le dije como un hecho, no como una pregunta.
- Ustedes nunca me juzgaron, y yo realmente creía que lo que hacia estaba bien, luego todo mundo se separo yo me quede solo sin amigos, comencé a buscar mas amigos y nadie me juzgaba pero me decían que a veces me comportaba como un imbécil, cuando lo comprendí, trate de cambiar.
Así he estado los últimos años, sigo siendo el mismo pero mejorado.- me dijo con un guiño.

Así estuve platicando con el tres horas mas.
Le conté de mi trabajo, de Penelope, de las noticias de mi papá, etcétera.
Al final el no me había contado nada de el; se lo comente y el me respondió:
- Es para tener un tema de platicar la próxima vez que nos veamos, te voy a visitar a tu casa.- me dijo sonriendo. Una vez que obtuve su promesa de que me visitaría, me despedí.
Lo bese en la mejilla, y lo abraze.
Llego un taxi, al que el había hablado, y me subí. Cuando lo voltie a ver su expresión me dejo ver que esto no había terminado aun.
Llegue a mi casa dos horas después exhausta y contenta.
Marla me esperaba enojada en la entrada del elevador.
- ¿Donde estuviste todo el día?- me pregunto enojada.
- Con un amigo que vive en South Hampton.- le respondí honestamente.
-Ahh Ok, me hubieras avisado.- me respondió menos enojada al ver que no mentía. Nos subimos juntas en el elevador. Yo estaba muy feliz pero calmada, ella echaba humos porque sabia que algo había pasado para cambiarle de humor.
Llegamos al departamento y me dijo:
- Talvez no confíes en mi, pero el 13 de Marzo se acerca...- me dijo.
Voltie sonriendo, y le dije:
- Ya voy a tener para esa fecha, a alguien con quien compartir mis penas.- seguí mi camino sonriendo confiada a mi departamento.

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