“To love is to risk not being loved in return. To hope is to risk pain. To try is to risk failure, but risk must be taken because the greatest hazard in life is to risk nothing.”

DISCULPA :/

Hola chicos, todos los que me siguen:
Debo pedirles una disculpa por no haber escrito una entrada desde hace tiempo, pero mi laptop no sirve y estoy en examenes :/ asi que ahorita (en un cyber por cierto) les prometo que escribire a mas tardar el viernes de esta semana.
Gracias por seguir alli, y por leer lo que escribo, es increible.
Los quiero
MIA

Trabajo

Como ya lo he dicho antes, todo lo que he contado proviene de diarios, escritos que yo misma creé para mi uso personal. Pero yo, siendo de una naturaleza creativa he tenido que agregar recuerdos, escritos y espectativas con la verdadera historia, creanme que no lo hago a proposito. Es solo que aun cuando lo que digo es 80% verdadero, el resto, como los detalles que no son importantes, solo los invento.
Sin embargo hay algo que recuerdo muy bien es mi trabajo de escritora de esloganes. Es comun, de hecho me ha pasado muchas veces, que cuando recordamos algo que no nos gusta, el recuerdo es nitido, todos los detalles con perfectamente recordados... pero al tratar de recordar como me senti aquella noche con Chritopher, ¡Vaya que es dificil!. Tengo los recuerdos demasiado vagos. No tengo Alzheimer, pero solo recuerdo partes de esa noche, no recuerdo haber bailado con el, sin embargo una amiga (Laura) recuerda habernos visto bailar en la pista.
Se preguntaran porque esta introduccion tan larga, y la unica razon es que justo ahora estoy a punto de escribir de algo que me desagrada, quizas a todo el mundo: El trabajo.
Lo recuerdo prfectamente. La apatía que sentia cada vez que llegaba a las puertas del edificio, la voz de mi jefe rogandome que le trajera un cafe de mocca. Las horas extras, las reuniones los fines de semana con gente que no me caia bien, etc.
Creo que la razon por la que lo odiaba tanto era porque mi sueño nunca habia sido ser escritora de esloganes, mi sueño, aquella idea que habia anhelado tanto por tantos años habia sido uno muy simple: Trabajar como bailarina profesional para La Royal Dancing Academy.
Habia visto un show con mi madre un dia antes de que ella se fuera, y habia sido hermoso.
Ese siempre habia sido mi sueño dorado, secreto. Y aun cuando no lo habia cumplido, aun tomaba clases en el centro educativo para adultos, todos los dias excepto los fines de semana.
Asi que ese dia, el lunes despues de ese fin de semana donde conoci a Christopher, llegue a mi trabajo aburrida como siempre. Estaba sentada en mi escritorio tratando de encontrar en mi imaginacion alguna buena frase para nuestra nueva campaña cuando se me acerco Penelope con una invitacion en la mano.
-Ay querida, ya llegaron las invitaciones para el dia de campo de la compañía. Le he dicho a John, el que las trajo, que solo te diera un pase, es obvio que nadie te va a acompañar, como siempre. No te preocupes, tu y tu amiga Marla pueden hacerse compañía la una a la otra, no que ser una solterona sea malo, yo no digo nada de eso, es en mi opinion, una forma valida de vida, no que yo tenga alguna experiencia con eso, no puedo mantenerme mas de dos dias sin pareja.- me dijo con una risilla caracteristica suya mientras se daba la vuelta a entregar otra invitacion.
Y como siempre no dije nada, me quede alli sentada con cara de pocos amigos, algunos habian visto nuestro altercado pero como era muy comun a nadie le importo, pero yo, yo recuerdo haber estado furiosa, hirviendo como una caldera.
Pero me lo guarde todo, compuse mi rostro y segui fingiendo que escribia en la computadora. A la hora de salida, es decir a las 2:00, Marla y yo fuimos a un restaurante de ensaladas como de costumbre. Hablamos de cosas sin importancia, pues no quise mencionar nada de lo sucedido con Penelope.
Regresamos al trabajo y salí por fin a las 8:00 PM. Penelope salio con uno de los modelos de la compañía y yo y Marla nos dirigimos a nuestro apartamento a lo que se veia como una noche nada prometedora.
Lo unico interesante al parecer seria mi clase de danza cultural a las 10:00 PM.

Por la Mañana

Era de esperarse, pero aun asi me sorprendio que a la mañana siguiente tenia una terrible jaqueca.

Podia escuchar desde mi habitacion los ruidos de alguien preparando el desayuno. Wow, solo de pensar en alguien preparando el desayuno me daba nauseas y por increiblemente que parezca, tambien un poco de hambre.
Dios, tambien podia escuchar mi cabeza palpitar, mis sienes me dolian y mi cabeza no podia concentrarse. Me trate de levantar pero era imposible estaba demasiado mareada.

-¡Buenos dias!- me dijo Marla mientras abria lentamente la puerta de mi habitacion, caminando de puntitas con una bandeja llena de comida.
Marla, mi mejor amiga, no se le notaba nada. No se veia enferma, de hecho se veia bastante bien.
-Marla, ¿Como le haces? ¿Porque no estas igual que yo?- le pregunte mientras me ponia la mano en la cabeza.
Ella se rio fuerte, y al ver mi reaccion trato de moderarse.
-Hermana, es solo la practica, lo de ayer fue solo el calentamiento de lo que podria haber sido un verdadero maratón. Pero no podia beber demasiado, porque tu amiga mia, habias atrapado algo. Te tenia que tener bien cuidada.- me dijo sonriendo mientras ponia la bandeja cerca de mi cama. Y como usualmente ocurria, no entendi nada de lo que dijo.
-Marla, no entendi eso ultimo.- le dije aun un poco molesta, mi cabeza me estaba matando.
-Que te vi coqueteando con ese chico, dios que sexy estaba, era como un Zeus sentado en medio de un club. ¡Y ese acento! Dios estaba a punto de comermelo.- me dijo emocionada mientras interpretaba cada palabra que decia. Y fingia que se desmayaba en el borde de mi cama mientras yo reia.
-Estas loca Marla. Asi que segun tu, lo que hiciste ayer fue protegerme, manteniendote casi sobria.- le respondi mientras me reia de nuevo a su cara de mala.
-Claro que si, y no estaba borracha, estaba bien.- me respondio sonriendo.- ¿Crees que parecemos menores de edad?- me pregunto cambiando completamente la conversacion, como usualmente lo hacia.
-No, ¿Porque?- le pregunte extrañada.
-Pues por lo de los guardias, es decir, tenemos veinti tantos años, y si parecemos mas jovenes... ¿Deberia ser eso bueno?- me pregunto pensando todo calculadoramente.
-Si, pero no creo que hayan pensado que eramos menores de edad, sino que no estabamos en la lista.- le respondi.
-Ok, entonces que bien que tu papá te haya mandado ese cardet. Si no no podriamos haber conocido a Mr Zeus.-me dijo mientras me daba una pequeña palmada en mi tobillo.
-Si, le tengo que mandar una carta de agradecimiento o algo.- le respondi mientras me levantaba de nuevo.
-Ok, ahora bañate, cambiate y ponte algo lindo pues vamos a salir de compras.- me dijo sonriendo mientras salia.
Hize todo lo que me dijo y luego desayune en mi cama, mientras pensaba en todo lo que habia sucedido ayer. Hacia mucho tiempo que no pensaba en un hombre, la ultima vez que habia salido con alguien habia sido hacia unos tres meses con alguien del trabajo llamado Gabriel. Ahora cada vez que lo veia en el trabajo, la tension podia con cortarse con un cuchillo de mantequilla.
Pero nunca lo habia tomado en serio, de hecho jamas habia pensado demasiado en los hombres. Ellos eran intercambiables, faciles de encontrar y de obtener.
Y finalmente llegue a la conclusion de que pensaba demasiado en Christopher Duncan solo porque era misterioso, porque era diferente a todos los hombres que habia conocido en mi vida. Y aunque no lo admitiera en aquel entonces, tenia tantas ganas de volvermelo a encontrar.
Despues de desayunar sali de mi cuarto con unos lentes oscuros pues la luz todavia me lastimaba, lave los trastes y me sente en el sofa para esperar a Marla.

Para que no se confundan Marla y yo eramos compañeras de habitacion, rommates. Habiamos adquirido un departamento que yo habia amado desde el momento en que lo habia visto.
EL edificio en el que vivia, habia sido antes unos almacenes gigantescos, pero su actual dueño lo habia convertido en unos departamentos de dos cuartos y dos baños con cocina, y sala etc. Nuestro departamento, el numero 810, era el ultimo departamento del ultimo piso y solo por eso era el unico con una terraza en el psio de arriba.
Lo amaba porque era de ladrillo rojo y las paredes tenian  colores calidos. Ademas como mi amiga Laura era diseñadora de interiores, nos habia ayudado a mi y a Marla ha decorar nuestro apartamento y el resultado habia sido increible.
Claro mi papá habia pagado casi todo, pues por mas que trabajara, mi trabajo como escritora de esloganes, no era el mejor del mundo.
Marla por fin salio de su cuarto y nos dirigimos al centro comercial mas cercano a comprar vestidos de cocktail pues nuestra compañia habia sido invitada a una comida en el campo junto con otras compañias para conocer a todos.
Entramos a varias tiendas y al final elegi uno de color azul y Marla uno de color verde.
Tratar de recordar como eran nuestros vestidos es muy dificil, solo se que me gustaron mucho.
Despues de eso comimos y fuimos a ver una pelicula, y regresamos en taxi al departamento para dormir temprano, pues al dia siguiente teniamos que ir a trabajar muy temprano.

El principio

Para poder llegar a recordar bien mi historia tuve que usar mis diarios personales. Donde desde que mi madre nos dejo a mi y a mi papá he escrito todo lo que he querido y me ha pasado.
Mi nombre es Annabeth, pero todos me dicen Anna. Pienso cambiarme el nombre a algo aun mas exótico como Andromeda o algo por el estilo.

Pero no todo se puede tener en la vida.
Lo aprendi cuando tenia 7 años y mi madre, llorando, entro a mi habitacion a decirme que ella no habia nacido para criar hijos, para vivir en un solo lugar por años, para ser un ama de casa; ella me dijo que era un espiritu libre. Y le crei.
Por mucho tiempo trate de no parecerme a ella para nada, pero al final, no puedes ir en contra de la genetica.
Yo amaba caminar en medio de las calles de la gran ciudad en la que vivia: Nueva York. Una de las ciudades "que nunca duermen".
Bueno los que inventaron es frase tienen mucha razon. Siempre hay algo que hacer, algo que ver y a alguien a quien conocer.
Asi fue exactamente como lo conoci.
Fue extraño, pero normal en una ciudad en Nueva York.
Recuerdo que yo iba caminando con varias amigas en la acera de una calle repleta de gente que buscaba un club nocturno al cual entrar.
Llegamos a uno de los mas famosos: Soho Pep Club. Un club con muchas luces, muy sofisticado, con bailarines, personas famosas en las salas VIP, cuartos con cortinas de seda coloridas que llegaban hasta el techo. Era genial, y nosotras habiamos encontrado la forma de entrar.
Mi papá era dueño de una importante disquera en Los Angeles y por fin habia conseguido su permiso (mandado por email) de usar su cardet, que era una tarjerta con su nombre firmado.
Llegamos a la puerta resguardada por dos guardias corpulentos y altos.
-Son menores de edad, no pueden entrar.- nos dijeron despues de que les dijimos nuestros nombres. Era claro que no les importaba nuestra edad sino que nuestros nombres no estaban en la lista que tenian en sus manos.
-Aqui esta, esto puede cambiar su opinion- dijo Marla, tomando el cardet de mis manos y dandosela al tipo de la derecha.
-Entren.- nos dijo irritado, mientras las 5 entrabamos emocionadas.
La primera vez que entras a un club nocturno, con permiso, con tus mejores amigas, a un club VIP.... es dificil describir la sensacion.
Es inimaginable.
Nos sentamos en una mesa privada, donde nos atendieron unos meseros muy guapos. Y despues de una cuantas bebidas nos sentamos con los muchachos que estaban en la mesa de a lado.
Tenian acento ingles y eran muy divertidos.
Pero habia algo extraño en ellos. Entre ellos habia un muchacho alto, bien formado, e increiblemente guapo. Cada vez que el se movia, todos los demas le vigilaban. Hubo una vez que se resbalo y cayo, todos los demas se levantaron rapidamente y ordenaron a la mesera por hielo, un kit de emergencias, medicina...
Fue muy extraño. Pero el se levanto riendo y diciendonos que era el viaje en avion lo que lo hacia tan torpe.
Aun asi los demas siguieron viendo todo lo que hacia.
Recuerdo eran las 3:00 am cuando me acerque a el.
-Hola.- le dije sonriendo.
-¿Tu nombre?- me pregunto petulante pero sonriendo.
-Annabeth. Usualmente se responde Hola.-le dije sonriendo.
-Yo no soy usual Beth.- me respondio riendo. Y asi continuamos hablando toda la noche. No hubo un segundo con algun silencio incomodo o aburrido. Era ingenioso, inteligente, divertido, misterioso...
No pude parar de hablar. Y aunque hablamos durante horas, en ningun momento supe un detalle personal de el, en cambio el aprendio mucho de mi.
Cuando lo note eran las 7:00 AM. Habia bailado, bebido, y conocido a un tipo increible. Habia sido la mejor noche de la historia.
Nos levantamos todos, y fue cuando recorde que no sabia su nombre.
-Por cierto, ¿Como te llamas?.- le pregunte se me quedo viendo, volteo con sus amigos y ellos asintieron levemente.
- Me llamo Christopher Duncan.- me dijo sonriendo- ¿Te suena conocido?
- Eh, no talvez a algun personaje de comics.- dije riendo.
-¿Heroe o Villano?- me pregunto un poco mas serio.
-Christopher es definitivamente heroe, pero Duncan es muy villano.- le dije despues de pensarlo.
-Eres muy honesta, me gusta eso.- me dijo sonriendo.
-A mi tambien me gustas.- le dije sin pensarlo. Mi mente estaba un poco lenta esa noche, y cuando me di cuenta, enrojeci. Acababa de decirle a un tipo que me gustaba del que acababa de saber su nombre y lo acababa de conocer. Eso no era nada como yo, a mi casi nunca me gustaban.
-Uy que pena.- dije mientras fingia que buscaba algo en mi bolso.
-A mi tambien me gustas.- me dijo sonriendo, pero cuando lo voltie a ver pude ver que a el tambien le daba pena.

Asi de rapido puede cambiar una vida, a menudo nos topamos con gente muy diversa, pero hay un momento, cuando conoces a alguien muy especial, que piensas que el destino tuvo algo que ver...
Sin embargo, habia aprendido atravez de los años que uno, no puede atribuirle nada al destino, segun yo nada estaba escrito...
Asi que esa noche eso no fue para nada mas que una coincidencia.
Porque si lo pensaba bien cuales eran las probabilidades de volver a verlo.
¿Una en un millon? y aun asi, todo cambio.